“Reloj vacío”
Tatuando el dolor en mis cicatrices, escucho reflejos insulsos… trazando rostros en el agua que me sonrían.
Sofocándome con lo que exhalan tapices de la distancia… desde el cielo, perdido dentro de mí… extraviando en las pupilas del horizonte consumido.
A solas mirando llover cristales… que lentamente perforaron mi respiro, tratando de escapar del viento gris... que me aguarda tras la puerta.
Me he contemplado atado a ecos mudos y silencios vacios, mermando noches eclipsantes… oscilando alrededor de mis vagos sentidos.
Recorriendo las goteras que dejo en mis manos el cielo…
Acariciando los filos que delimitan mi dolor y permanente apatía… cortando la ceguera de mis párpados fundidos.
Apilando inexistentes memorias que entristecen un suspiro… encontrando su desemboque sobre halos llenos de vacío.
Me encuentro bajo mis manos de extravío… dormidas sobre la tormenta… sepultura del cielo, escurriéndome por la sordera de mis ojos diluidos.
Entre aquellos vestigios… hechos umbrales agrietados, para dejar ahí empolvados mis dedos... entre lluvias empañadas.
Mis dedos marchitados dentro de un reloj vacío… donde los momentos llegan a destiempo.
Siendo solo alas de concreto en la mente… dibujando el suelo cubierto de un llano pasado, con las palmas hechas de su negro tizne.
Cavando en las semillas del ayer… esculpiendo rincones afligidos, derritiendo los opacos espejos… de mí ensimismo.
Ahuecando los latidos que me quedan… enredado entre raíces de tierra, enramado a un firmamento que erra colapsado… velado diariamente a través de silencios inaudibles.