Se profugó la fe
y todo indiferente
se escabulló
no sé,
por detrás de lo urgente.
Por mayor,
a granel
se la ofreció barata
y hoy solo se la encuentra
en una fe de erratas.
Ayer me la crucé
la vi desorientada
y me invitó un cafe
a mi .... que ni esperanza.
La fe que yo perdí
se fue con el calvario
que dio a mi corazón la amarga desazón de aquellos rojos labios.
Yo ya no tengo fe
ni amores ni esperanza
soy como aquel clavel envuelto en la mortaja
pues ella, que yo amé, dejo en mi corazón
toda la humillación para no creer en nada.