Comerte quisiera niño
con cucharilla de plata,
hasta dejar en los huesos
las carnes que me arrebatan.
Enredar en tus cabellos
peinecitos de coral
engarzar con seda y oro
mi amor y tu libertad.
Libar como miel de abeja
saciarme toda de ti,
hasta dejarme la vida
¡Porque sin ti... es morir!