Veo a lo lejos la inmensa tempestad,
cerca, aproximándose cada vez más
a pesar de mi intempestuosa necedad
de aceptar que pronto ha de llegar.
Me encuentro envuelto en el medio de ella,
soportando sus gélidos y veloces vientos
arrasando cada uno de mis pensamientos,
sin dejarme ver con claridad más allá.
Sobre mi sus estruendosos relámpagos
se ciernen sin piedad cegando la vista,
siento la tempestad, la escucho, la vivo,
pero mi alma no logra saber donde esta.
Maldita tempestad que mi alma abraza
envolviéndome y sin saber si calmará,
aunque lucho sin parar ni retroceder,
me pregunto ¿cuánto durará ?