Félix Moreno
MI CIELO MI MAR
En lo alto de la montaña azul,
azul de tocar el cielo, mi Cielo,
está el castillo encantado.
Aun que está alto, muy alto,
no me cuesta subir hasta él
porque los sentimientos limpios,
muy limpios, producen ingravidez.
La puerta siempre está abierta,
el mal nunca puede entrar,
porque está fabricado de sueños,
de sueños blancos de amar,
que están muy cerca de cielo, mi Cielo.
Quiero estar en tu castillo contigo
y desde allí mirar el mar, mi Mar.
Ver a los peces y jugar a las sirenas
que se convierten en mujeres
cuando reposan sobre la arena.
Veremos los barcos de blancas velas
deslizarse sobre el mar, mi Mar,
que van alegres, sin rumbo,
donde los vientos los lleven,
quizá, al otro lado del mundo.
Quiero estar en tu castillo del cielo, mi Cielo,
y desde allí juntos mirar el mar, Mi Mar.
FÉLIX