Estamos mordiendo el anzuelo de la destrucción,
La misma trampa, del que impone su estamento,
Hacia el fin, del par e impar con sus pretextos.
Miseria del presente,
La melancolía, vidas anteriores;
Donde quedaron esas huellas,
Que fueron calcinadas por errores.
¿Donde quedó, nuestra filosofía de vida?,
¿La paz?, ¿la interioridad del ser humano?,
-¡Pues se los trago el vórtice de nuestra mente -,
No somos dignos, no las quitó.
Maldito el que impuso su fe inventada,
Y se convirtió en nuevo pecado globalizador y colonial:
El de imponer e imponer,
El de impar e impar,
El de Morir y morir con nuestras toxinas políticas e industriales.
¡Alza tu voz y dibuja un circulo!,
¡Mira hacia el frente y pelea por los que caen dentro de tu misma intuición!,
¡Tu mismo sentir, los que ellos sienten!