Paso que doy, ventaja que me toma
en yendo a la escapada con premura.
Paso que doy buscándole la cura
a este dolor, y que ni medio asoma:
no se entretiene ni a esperar en broma,
al filo mismo de la desventura,
a este mi pecho que entre su locura
de amor purísimo el andar retoma
y aunque rogándole en cualquier idioma
y en superando la ladera obscura
tras ella siga, para mí no toma
del suyo ungüento en poquedad, segura
de que la fórmula de su redoma
no es para el caso de mi desventura.
Elmer Cortez