La niña con manos blancas
que lava ropa en el río,
que golpetea en las rocas
a pesar del fuerte frío.
Si al mirar la luna llena
esta destella en tu manto,
divisando ya tu pena
y te surge cual triste llanto.
La noche tiende su estela
sobre llanura y barranca,
por detrás de una pradera
llevando tu ropa en ancas.
Cuando al llegar a tu casa
como flores que esparcías,
cual lana que retorcías
hasta que quedaba escasa.
Y con tu sueño dorado
En querer ser tan amada,
Sintió el cielo tu llamado
y en alguien que te clamaba.
Que en el río te miraba
y al sentir que ha acariciado,
el más leve pensamiento
que de niña tú has ansiado.
Pero se sufre al amar
porque pierdes tu inocencia,
y no podrás reclamar
lo que hoy llevas con decencia.
Y ahora vas apurada
porque correrás al sueño,
que te dejo enamorada
y tu corazón va a su dueño…
FACIAN SOLÈ