En una tarde gris por un camino
Lleno de brumas y montes tenebrosos
Avanzaba con cierto escalofrío
Sorteando las laderas pedregosas
Que a desnivel burlaban mi pisadas.
De pronto, me encuentro con un hombre
De mirada siniestra que persigue
A una dulce muchacha que asustada
Corría y pedía que la ayuden.
Y claro, yo valiente y decidida
Enseguida enfrenté a aquel villano
Pero mis fuerzas no me obedecían
Luchando inútilmente, ¡ no podía!.
Pensé en algo sin medir mis fuerzas
Con las de aquel malvado que me perseguía
Y claro dije tengo dientes afilados
Lo atacaré a mordiscos inclementes.
Y así lo hice, audaz, valiente
Y cuando la batalla dominaba
Un ¡plop! ....despierto y me doy cuenta
Que mordía la frente a mi marido.