De amores nuevos ni siquiera en parte
al tuyo en vida relegar depende
pues ¡qué se me hace -y ni se me desprende
por breve instante- la razón de amarte,
feliz manera de condecorarte
mucho habitual que como ni sorprende
tampoco en parte ni en total ofende
con lo de suyo que a placer imparte!
Así que en vista de cómo trasciende
el tuyo amor en mi vivir, baluarte
del mismo cielo a do faüsto asciende,
vale la pena -me lo digo- el arte
desta pasión con que perenne tiende
mi pecho férvido a galardonarte.
Elmer Cortez