Es increíble el poder que tuviste sobre mí,
que con cerrar tu puño sangra mi corazón,
es tan poderosa que nubla mi mente,
y convierte mis días en desesperación.
Me pregunto una y mil veces más,
con el corazón desgarrado suplico por compasión,
con mis sueños en el día y pesadillas en las noches,
siento como me queman la sangre por las lagrimas derramadas mi amor.
No sé como es posible que de tanta gente,
me aferre tanto a ti, sabiendo que puedo encontrar felicidad en otro corazón,
sabiendo que tu ausencia desbarata mis pensamientos,
sabiendo que tu no piensas en mi, y lo peor es que sabiendo te sigo queriendo.
En cosas pequeñas,
hacen volver a mi mente todo lo bello que vivimos,
pero en ves de una sonrisa por esos recuerdos,
siento tristeza y humillación, por todo el daño que me hiciste.
Este dolor es tan insoportable, tan amargo,
que cada segundo hace mi vida tan miserable,
que cada beso se convirtió en un veneno mortal,
que ahoga mis sueños y da muerte cada aliento.
Intento reír y no llorar,
intento volar en otro mundo y no sentir la realidad,
intento vivir y no suicidar mis ganas de amar,
pero todo es al revés.
Con puño y le letra,
con el corazón hecho añicos,
con una hoja blanca da muerte a mi desdichado destino,
al destino del desamor, por un daño hecho por ti.
Un poema convertido en confesión,
sentimientos que yacen en el dolor,
con la frente en alto, en el ego por el suelo,
pero a pesar de todo esto,
un corazón que no quiere dejar de latir, un busca de un nuevo amor.