Inmensa la luz que emanas
ardorosa como reflejos de plata
que flotan en el lecho blanco.
Desde mi punto de vista
eres la fuente de calor
que mantiene el invierno a raya.
Flor ebullente que se ofrece a ser rota
y llevarla más allá de lo común,
soportando los embates incesantes
del amante devenido en ola.
Se mostrará ávida de vida
arrugando las sábanas con sus manos fuertes.
Trágate todos mis líricas,
son tuyas, las mereces.
Pásame tus brasas borrando mi pudor,
Tu pozo enturbiaré, inundando de encuentros.
Atrevido, insurrecto
desvariante, invocaré los sudores del clímax.
Adornado mi sexo de tu sexo inclemente,
atado sin remedio a tu proximidad deliro con caricias.
Alzada en la hora indicada de la noche.
Me agarro en desespero de tu aliento
y ya puedo tocar tu fondo, lugar de secretos.
Mujer, espectáculo de veneración es verte encendida,
y me doblego a tu poder.
Aliméntame del pan de tu deseo...