"Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos..." del poema "Amor de Tarde", de Mario Benedetti.
Hay un silencio que enciende las distancias,
que usa palabras que saben a memoria,
que cruza con las brisas las nubes y se envuelve
en el rosal, los claveles y en mis sueños.
Este silencio de vos, no es una ausencia
ni lleva consigo poemas lastimeros,
es dulce, habla conmigo, me dice lo que me amas,
me espera en la mañana y descansa en mi cobijo.
Y en el silencio lunar de noche clara, tu voz se hace caricia,
tus labios tan distantes dibujan su sonrisa,
me llega el aroma de tus pechos desnudos,
estremecidamente blancos y esperando.
Ni campanas ni viento entre los bosques,
sólo un leve rumor me baña con su sombra
y enciende claridades de tus ojos que me miran,
detrás de la nostalgia, tan cerca de mi cuerpo.
Tengo tus latidos atrapados, tus callados besos,
ya se lleva el silencio a tu país lejano
mis versos cada día, en la aurora del rojo preferido,
en los brillos que me cantan tus estrellas.
Entre vos y yo habrá días, noches,
extensiones y silencios, entre vos y yo
habrán territorios y ciudades...
y un amor que grita en su mutismo.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
(De mi libro "Caricias del Cielo", ISBN 978-987-08-0392-8)