FELINA

EN EL VIENTRE MATERNO

En el vientre materno me gestaba,

Con otra criatura que allí estaba,

Era mi hermana, junto a ella soñaba

Llegar a este mundo y ver la luz del alba.

 

Envueltas en una sábana de piel

Y mecidas por vaivén del líquido aquel,

Nuestras manos se enlazaban,

Nuestros cuerpos se palpaban.

 

 Dos corazones que en el vientre palpitaban,

En un fatídico domingo, uno dejó de latir,

Apagándose lentamente la llama del vivir,

Dando por terminado su existir.

 

Llegamos a este mundo con premura,

En una forma prematura,

Cuando nadie la llegada esperaba,

Porque aún, dos meses faltaban.

 

Convirtiéndose la alegría

En los más tristes lamentos,

Dejando corazones en agonía,

Muriendo en brazos del tormento.

 

Las lágrimas como ríos caudalosos

 Corrían por las venas y los ojos,

Dejando teñidas de sangre las almas,

De aquellos seres que se amaban.

 

Te fuiste en libre vuelo,

Sin babero, sin tetero,

Con unas alas de esperanza,

Te fuiste a engalanar el cielo.

 

Desatando el nudo

Que al regazo nos uniera,

Te fuiste y no pude detener tu vuelo,

Te fuiste como paloma mensajera.

 

Aquí quedaban unos padres

Muriendo en desconsuelo,

Que con un amor casi pueril

Las semillas engendraron.

 

Una se malogró al salir

Y al infinito tuvo que partir.

Allí estás, como un rayo de sol

Iluminando nuestros  días de dolor.

 

Allí estás, a donde no hay quebranto,

En esa eternidad, donde no existe el llanto,

En esa eternidad, en donde todo prevalece

Y en la que un día nos uniéramos las dos.

Felina