aday63

Al carajo...

Esa tarde al disgustarte,
al carajo me mandaste,
me pediste en ese momento
me marchara de tu presencia.
Ante tu gran ignorancia,
mi risa brotó al instante
y con sarcasmo te dije:
¿acaso soy marinero?
¡¡¡¡sabes bien, que me mareo!!!
nadie a mi podrá obligarme
a navegar en mar abierto.
Si alguien debe ir al carajo
¡Por mi madre! ¡No seré yo!
vuélvete tú un grumete
pues tu intelecto no te alcanza
para ser capitán,
menos aún almirante
pero si, un estibador.
¡Márchate pues, de esta casa
de mi vida y de mi amor!
ya he perdido mucho tiempo
tratando de educarte.
 
Ahora hazme un favor:
vete a cualquier puerto
y aléjate de mi vista,
súbete a un barco
dirígete al mástil más alto,
en la cima, verás entonces
el carajo mencionado
escala con gran cuidado
y otea el mar abierto,
sigue así por mucho tiempo
quiera Dios que algún día,
llegues al fin a buen puerto.