He recorrido tu piel
con los dedos de mis manos
y con ellos he buscado
tu sentir y tu placer.
He percibido el aroma
con los besos que enviabas…
era yo quien te soñaba
con mis labios en tu boca.
Ahora yo te puedo oír
pues el silencio me habla.
Tú sabes que en las distancias
él siempre me habla de ti.
Asolapado en tu vida,
interfiriendo en tus horas,
mi alma siempre te añora
pues en ti mi amor anida.
Yo sé que tú a mí me piensas
y me pones a tu lado,
me acaricias con tus manos
y con tus labios me besas.
Cuánto pesan las distancias…
siempre hay que seguir soñando
para vivir sorteando
la soledad con constancia.
Y por eso, yo te pienso
y te sueño noche y día,
para vivir la utopía
de que esta vida es un sueño.
(RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR)