Se incendian las hojas de un color marrón, un otoño dispuesto a vencer incluso la primavera menos condescendiente o las altas torres blancas e invernales. Un otoño de suicidios naturales ¿en erario de quien has caído? Fuertes llamas, de marrón profundo, creman los caminos insurrectos a la felicidad, murallas por laderas, horizontes postergados como el de un ave que olvido volar ¿en erario de quien has caído? Que fuego pardo, tinieblas que viven desangrándose en lluvias que caen como hojas desahuciadas y relámpagos mudos. Solo esto puedo escribir.
LRL
25-6-2011