Pistilo, pistilo, de nervios lleno.
desatado al flujo rompiente.
Trueno sordo, suelto el gemido.
Asiento imperial de una lamida elevadora.
Ambición de trocarte
en depósito de mis densidades incesantes.
Aquí pasé a libar lo cosechado
en los caminos necesarios y corporales.
Llegado el tiempo del celo,
el esfuerzo por conseguirte vano no se ha vuelto.
Ni el apego por la amalgama de tus vellos.
Eres hoy lo que eras ayer.
El hostal de mi apego.
El alojo de mi aliento animal.
Mi perdición, donde acabo...