Te doy mis manos para que con ellas pintes el cielo de colores.
Te doy mis ojos para que con ellos mires la vida bellamente como la miro yo.
Te doy mi boca para que conozcas el sabor de la miel cuando degustes los placeres de la vida.
Te doy mi nariz para que respires la libertad de tu sí mismo.
Te doy mi cintura para que sientas seguridad cuando tu alma teme del mundo.
Te doy mis pies para que puedas seguir caminando por el camino rocoso y nunca te detengas frustrando tus sueños.
Te doy mis sentidos para que siempre experimentes todos los sentidos humanos para encontrar en verdad tus sentimientos esenciales.
Te doy mis noches de desvelo para que tengas más horas en tus días y puedas desmenuzar cada una de tus confusiones.
Te doy mi compañía para que nunca tengas miedo en los espacios en que te encuentras entre la faz de la tierra y el mundo.
Te doy mis victorias para que sientas la felicidad de júbilo a cambio de los sacrificios otorgados al triunfo.
Te doy mi voluntad para que de ella cuides mi nobleza como ser humano.
Te doy mi inteligencia para que nunca olvides que la humildad es un valor básico para seguir siendo humano y que la ciencia es un modo de supervivencia.
Te doy mi corazón para que nunca olvides que día con día se debe alimentar la esencia del cuerpo.
Te doy mi amor para que no olvides que una persona ha dado todo de sí mismo para llevarte al punto más culminante e inexplicable que existe: el sentirse amado verdaderamente….