Por el paseo Orinoco, voy,
caminando, sin parar,
en la orilla del malecón,
solo puedo observar,
las aguas, del Orinoco,
que con fuerzas, van...
De la cruz, al puerto de las lanchitas,
y de allí, al mirador,
hasta la Carioca, voy,
caminando, sin parar,
a la orilla, del malecón,
solo viendo tu inmensidad...
Tan solo, quiero llegar,
hasta aquel, monumento nacional,
que en la bandera, ha de estar,
la octava estrella, la han de llamar,
pues, nuestro libertador,
así, la promulgó...
De un lado, el río Orinoco, va,
y por el otro, la laguna, está,
Los Francos, se ha de llamar,
en su gran, inmensidad,
y con toda, tranquilidad,
la han de respetar...
Héctor Molina