El cielo
está vacío
no hay estrellas, no hay
donde colgar el llanto.
Esta soledad del dolor
la tormenta en cada instante
hasta el vacio se deprime.
Anda por allí la luz arrepentida
sobre la danza de sombras.
A qué acto no se reserva el alma
que a su propia coreografía
por aquí por allá
nada más aprieta al cuerpo:
La apariencia de la desesperanza.