CALÍGULA

Pinche poema

Ni llamadas, ni claveles ni rositas

son sufucientes para remediar la ausencia,

ni palabras de amor casi marchitas

lograrán resanar si no existe paciencia.

 

Han pasado muchos días sin tu mirada,

se ha perdido la ansiedad por tu caricia

tu palabra ni un suspiro me propicia

tengo el alma a esta fecha congelada.

 

Y tiritando por este frío,  agoniza

poco a poco el sentido que mi piel 

daba a la tuya, tu caricia es de hiel,

y maguya y a  mi sangre paraliza.

 

Se hacen cuágulos dentro de mis venas

se convierten en tumores tan malignos

que tus besos de antes benignos,

me desatan un cáncer por las penas.

 

Y maldigo el momento en que tuve

para tí un poquito de cariño

más sabio  el valor de un niño

con el que mi amor por tí nunca contuve.

 

Y solo me resta hoy decirte 

estoy cansada del desmadre que creaste

nada queda en mí, todo mataste

y a la fecha por tí y por mí solo hay asco.