Trece años
Trece años en ese infierno
Que se llaman “escuela”
En el que todos pierden nueve horas
Levantándose a las horas más tempranas
Solo para dormir lo que perdieron a su pupitre
Los maestros nunca se callan
La tarea, siempre hay
Parece que nunca hay una falta de trabajo
Pero a veces olvidamos
El gran educación que recibimos
Y cómo la escuela nos da
La habilidad y conocimiento de conseguir
Cualquier cosa que queramos
Y la familia
¡Cielos!
La que nos envía a ese maldito lugar
Su llamada de nuestros nombres
Para que podamos levantarnos cada día
La que nos dice lo que hacer
Cunado hacerlo
Donde hacerlo
Sin preguntar
Pero no es tan fácil ver
El trabajo duro que ellos hacen cada día
Así que podamos conseguir lo necesario
Cómo sufrían así que podamos recibir
El amor y cariño que nos dan
Casi sin parar
Y como todo que ellos quieren
Es nuestra felicidad
Siempre es fácil gritar
Es fácil ignorar
Es fácil odiar
Y tan fácil olvidar
Lo que es importante en verdad
¿El mundo es raro, no?