Si tú pudieras saber cómo me arde la sangre en el rincón oculto en lo más profundo de mi alma y mi corazón, donde te guardo como la joya más preciada para mí.
Si tu pudieras saber cómo fluye la pasión y el deseo de tenerte en mis brazos para transmitirte toda la felicidad que florece desde mi alma a mi boca con cada te amo que no puedo decirte, con cada frase que me dice tu boca sin hablar, en la distancia, en el silencio, ese silencio que mata al no poder escucharte las frases dulces y cautivadoras que salen de tu boca como cantos de ángeles celestiales.
Si tú pudieras saber cuántas lágrimas derraman mis ojos cada noche, soledad, al pensarte a pesar de acariciarte, besarte, amarte, y poseerte en mis más lujuriosos y apasionados pero dulces sueños.
Como decirte lo mucho que te amo, como demostrarte que eres mi locura, mi dulce locura de amor eterno, amor que supera todas las barreras de la distancia, esta maldita distancia que evita que nuestros corazones puedan desahogarse con la magia y el perfume de nuestro amor.
Un amor que me consume poco a poco, que me tortura y me daña de tanto tenerlo retenido en mi corazón quiero soltarlo para que anide en ti y florezca como la más floreada primavera, eterna primavera para enmarcar nuestros destinos y nuestras fantasías.
Autor: Joaquín Méndez.
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26/06/11