Nadie sabra que habita mi alma
no entrarán a mi amante corazón
pues mientras quieran seguir lastimandome
sin conocer de mi una sola razón.
No dejan de preguntar quien he sido
no les importa si escribo o no escribo
quizas nunca bien han leido
y solo sus historias se han descrito.
El fastidio me acongoja
y pareciera que desean que desespere
que tome las armas sola
y a los gigantes yo me enfrente.
Nada ha cambiado
nunca ha sido esa la intensión
excelentes poetas se han marchado
en un mar de decepción.
Yo observo desde mi arbol
sin mover ya un solo dedo
pues me apuntan con sus arcos
esperando un solo movimiento.
Luchen sus batallas
y al mal no presten oidos
que se ahoguen en su veneno
y... A ESCRIBIR... ¡que a eso hemos venido!