La vida transcurre en silencio,
aunque este rodeado de sonido,
porque te leo, sin que digas nada;
o dices mucho sin decirme algo,
solo dejas plasmado el silencio.
Aunque mi alma añora tus letras,
cuando dejas fluir el candor puro,
del amor a distancia, o, será eso,
la distancia que nos separa, dudo,
pero mi ser solo vive por ese verso.
Locura que se apodera de mi cuerpo,
que se encoje, de recordar el pasado;
cuando sin decir ningún clamor, sentido;
se estremecían las pieles, con ardiente,
con fogosidad permitida por lo escrito.
La sangre se acumula con cada paso,
mas la que duele, es la herida, dado,
por la incertidumbre si hay futuro,
o simplemente es la demencia, oído,
a través del fragoroso grito en silencio,
de no poder oír tu corazón y su latido.