Mañana volverán los capullos
a abrir sus pétalos de primavera al viento,
clareará un nuevo día en mi cielo
y se despertará un lucero de su largo sueño,
mañana veras las fisuras de mi desollada herida
pero ya será tarde porque me iré con la luz del día,
partiré dejando la cortina
la nuestra habitación descorrida
para que también emigre el poco calor que me ofrecías,
mañana se callaran las risas que compartí contigo
partiré juntos con los blancos navíos hacia
el puerto del olvido.
Autor Marco Gonzalez