Han pasado nueve años,
desde que vi por vez primera,
en tus ojos, amor por mi.
Una vida completa esperando que me ames,
esperando una caricia tierna y amante.
Dinero? No era suficiente,
porque eso era solo lo que dabas.
Metal, hueco, frío....
pero lleno de sudor y de trabajo
y hasta de humillación.
Si supieras que mi corazón de niña te adoró,
como si fueras un dios.
Te amé por vez primera.
Te entregué mi inocencia y candidez,
mi vientre y mi sangre...
Pero no fué suficiente,
llevo marcada en mi alma,
el sello de tu desprecio,
el sello de tu maldad.
¿Quién te puso por mi juez?
¿Dime quén te otorgó ese derecho?,
que juzgas sin escuchar,
que matas con tu juicio enmohecido.
Nueve años han pasado...
fué tan corto tu amor,
pero es tan profunda mi agonía
y... mi olvido.