En el solar de tus amores manda
la luz que indiferente se me torna,
la que de pies a cabeza te adorna
mientras mi ser entre neblinas anda.
Terreno caminado lo desanda
"el sentimiento" si se lo soborna
con oropeles y si no retorna
allá de junto a la engañosa vianda
pues como, ya que el interés comanda
y en siendo aquéste uno mal que trastorna
e induce gusto a la labor nefanda,
ni se previene aunque el dolor contorna
como escarmiento por venir, no ablanda
y enrudeciéndose ni se abochorna.
Elmer Cortez