Fue Leonardo quien descubrió mi sonrisa
Y mucho se lo agradezco
Que si no habría pasado inadvertida
Como una mujer de pueblo
Hay en mi la mansedumbre de las cosas
Y mis desvelos
Son mis hijos y la prisa
Que ellos tienen por tenerlo
Este mundo en sus manos
Y poseerlo.
Fue Leonardo el que tuvo este acierto
Y hoy estoy en un museo.
Es de no creerlo.
La sonrisa está en la gente
En sus calles y desiertos
Pero nadie las ha visto.
Y es de no creerlo.
Frente a mi
Un señor de oscuros lentes
Toma notas en cuadernos
Más allá
Dos turistas han pagado
Sus entradas al concierto
Cerca de ellos
Una dama encopetada
Dice algo a su marido
Que parece algo enfermo
Los demás los veo borrosos
Están cerca pero lejos.
Y el guardián.
Se pasea.
Como un perro.