Con sus letras empuñadas,
cuan fusiles en la guerra,
así se encuentra el
poeta…hurgándose el
pensamiento sobre las alas
del viento, buscando musa
escondida entre alegría y
sufrimiento.
Cuan espejo reluciente,
exhibe su repertorio
alelando corazones con
balas de sentimientos que
expulsa su abecedario que
no es más que la trinchera
donde tiene el arsenal.
Así se encuentra el poeta
viajando a cualquier
lugar no importa si es día
o noche, tampoco la
lejanía su pensamiento
traslada a ponerse en
sintonía con la musa del
momento.
Ser poeta no es de tonto: es
moldear los sentimientos
con infinita pasión y
sacar del corazón los
latidos invertidos que
causen admiración como
lo hace el soldado que
tiene fusil en mano.
PABEDIZ