Hoy me abrazo a bellos sueños,
que me hablan siempre de ti
y me despierto de ellos
para seguir y vivir.
Viaja conmigo en el tiempo,
que el reloj ya se ha parado,
acompáñame en silencio
y cógete de mi mano.
Debajo de nuestra almohada
he dejado bien guardados,
de los besos que te daba,
los que se han extraviado.
Si los destapas reflejan
deseos de enamorado
y un perfume que embelesa
y humedecerá tus labios.
Bésame hasta que te canses
que aliviaré tu fatiga;
dejaré que tú descanses,
bebiéndome tu sonrisa.
Voy a llenarte las manos
de besos agradecidos.
Tus dedos siguen buscando
`por mi cuerpo el infinito.
Si quieres un beso eterno
yo escribiré con mis labios
mil fonemas por tu cuerpo
con todo el abecedario.
Esto ya no es un sueño…
es el deseo diario
de anotar otro “te quiero”
llenando mi calendario.
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