Curado de los espantos,
Alejando a mi bandera,
La que tiene un corazón,
Que flotaba en sus caderas,
Sintiendo una brisa loca,
que retraza mi camino,
aleteando la bandera,
con mi corazón cocido.
Aunque amarla yo quisiera,
a mi mujer tan amada,
tiene sus manos ocupadas,
llorando por otra quimera.
Ayer le pedí no hablar,
o en cualquier caso mentir,
yo me cansé de tratar,
lo que no puedo seguir.
Imaginando me vé,
llorando así bien bajito,
flotando con la bandera,
la vida me trae las penas,
que juro no necesito.