Trece Mis manos
Subo al atardecer
Un río túrbido
Me hace anochecer
Necesito tus soles
A tiempo con mis brazos
Que ya no saben que comer
Destello moribundo
De a un paso por saber
Rio risas de especias
De sal, de luz, de doquier
El dolor ajeno trina
del agua que has de beber
De la justicia surrealista
De quién no puede correr
Y un día miré el mar…
Y ahora que soy mar me detengo
En un segundo de eternidad
En algún instante me encuentro
En tus ojos de profundidad
Alegaste una montaña
Yo no tenía más para dar
Me disfracé de alma
Para verme caminar
Y me detuve y era mar
Acaricié la arena
De mi reloj fatal
Y ahora, en mi más oscura soledad
Me detengo en algún verso
Y me hago agua en la adversidad