La ventana se siente vencida
de escuchar la chismosa calle,
de los tórtolos que pasan,
de los cazadores que cazan
por las noches...
A esas gatas policías
con un rolo a escondidas
encarado bajo el maquillaje.
Aquí el poema bocón y desesperado.
Que se siente vencido,
que se siente abandonado...
Aborda un taxi,
y el conductor cunaguaro...
Le brinda un viaje de alunizaje.
Y por la ventana del sube y baja,
el mundo huraño en su cartón de caja...
Me ve vencido la ciudad...
Otra noche cobarde y sesuda.
otra noche tan guapa como la duda.
Tan enamorado como dolorido,
vencido el espantapájaros...
Uno mas que cae en el juego,
otro ciego en el campo minado,
uno mas y uno menos.
Blas Roa