(Junio del ‘87) Te he dicho que te quiero conquistar, pero mi conquista no es de halagos que un día se puedan esfumar, ni de demostraciones de superioridad. Mi conquista es ser sincero, y que me conozcas tal cual soy. Mi conquista es no mentir, sin pretender ser algo especial. Mi conquista es ser auténtico, y así percibas mi infinita sed de amar, pero sin perder la dignidad, pues no busco quien me quiera dominar. Mi conquista es no medirte, para no motivarte a ti, a algo igual. Mi conquista es no dudar para no tener razones que me hagan declinar. Mi conquista es ser tuyo y saber que tú eres mía, pero que tengamos absoluta libertad. Mi conquista es nunca herirte, sin que eso sea sólo hacer tu voluntad. Mi conquista es la justicia, aunque haya errores qué pagar… Y si alguna vez te logro conquistar, Mi conquista es no saberlo... Para nunca dejarlo de intentar...