Habitar tu boca como un zenit fijo, asirme a tu piel como un firmamento diurno que enloquece por las noches, clavarme en lo más profundo de tu pelvis y recorrerte dentro multiplicado por mil. Desde tu cima contemplarte, que mi horizonte desconozca mis umbrales y que mis límites sean las regiones encendidas de tus Te Amos…
LRL
28-6-2011