¡Se me desborda el alma!
cada vez que te pienso
te pienso tanto…
que comienzo a divagar
y divagando…
me pierdo en tu infinito.
Perdiéndome te encuentro
para sentirte tan dentro mío
como un ladrón…
te posas en mis sueños,
entre ese soñarte…
mis labios levemente
van diciendo tu nombre,
entre versos que destellan
de mi corazón enamorado,
te voy tocando suavemente
con mi mirada…
y entonces mi aliento,
céfiro tibio…
abriga tu cuerpo,
con mi silencio
y mis caricias,
alimento tus sueños
el cielo celoso…
llora estrellas y luceros
tu y yo…
devoramos los amaneceres
atrapados por este amor eterno.