Alexander Vortice

DIABLOS IGNORADOS

Perecieron los ideales

entre las manos desgarradas

de la sinrazón.

 

Tal vez volver a empezar

sea la única manera de galopar

y salir de este estado vegetativo;

 

me vi herido de muerte

y sin embargo no logré morir

tal y como sucumben los objetos inanimados

que carcomen el cerebro

donde reposan los pensamientos

de un hombre

que deseó creerse útil frente

a los diablos ignorados.