Golpea mis recuerdos un color disonante
Sonido gris, fuerza taladrando el espíritu
Verbo petrificado, Estalagmita punzante
Sorpresivamente hiere mi despertar,
Sopla el aire enrarecido, asfixiando el futuro
El día muere al nacer, ave de oxidado trinar
Plomo adherido a mis pasos, un espejo que castiga
Herencia o karma, qué más da, llamarlo como sea,
Buscando la luz, abrí una cremallera infinita
Mis pesadas cargas abandoné a la deriva
En un viaje etéreo, alma y cuerpo al desnudo,
Dejé atrás una vida, trascendí al vacio absoluto,
Me espera la creación perfecta y desconocida