Señorita, el jefe la llama,
tiene quejas de sus acciones,
vaya por favor, que él aguarda,
para hacerle algunas observaciones.
No, no se pinte los labios
ni se eche polvo en la cara
el desea como buen empresario
aclarar puntos y mas nada.
No, no se ajuste la blusa
ni se acomode tampoco la falda,
él a veces busca excusas
sólo para hablar con empleadas.
No se acomode el cabello
ni se ponga apresurada los zarcillos,
el jefe es un gran caballero
y sabe conversar como es debido.
Cuando la joven llegó a la oficina
dejó al jefe deslumbrado
y este con cara muy sonreída
la sentó frente a él emocionado.
La he mandado a llamar
porque su jefa molesta estaba
porque usted no se sabe arreglar
y anda siempre desaliñada.
Pero ahora veo que son argumentos
son simples celos profesionales
que dañan la imagen del Departamento
porque rayan en asuntos personales.
No tengo nada que hablar con usted,
dígale a su jefa que todo está solucionado
que entregue cuentas antes de las seis,
y que vaya directo a Recursos Humanos.
*****