Si al despertarme pudiera encontrarte a tí
no en sueños, ni en recuerdos, ni en pedazos
sino encontrarte de verdad a tí,
de hueso y fe, de carne y vida
así de ligera, así de tímida,
tendida desnuda, desafinando dormida
cubierta con sabanas y caricias.
Si al despertarme pudiera encontrarte a tí
no en cartas, ni en camas separadas, ni en fotos
sino encontrar de verdad tus labios y tus ojos junto a mí
de miel y luz, de agua y cielo,
así de vanidosa, así de despreocupada
sin el minimo temor por los otoños y las horas
que marchitan y acortan tus diecinueve ligeros años.
Si al despertarme pudiera encontrarte a tí
no en sombras, ni en huellas, ni en bromas
sino encontrar de verdad tus pechos y vientre
de paraíso y fuego, de sal y desierto
así de inquieta, así de peligrosa;
buscando tú mi boca, y mis manos
para apagar tu rubor cuando se torna incendio.
Si al despertarme pudiera encontrarte a tí
no en otras caras, ni en acertijos, ni en mentiras
sino encontrar de verdad tu voz y tu rostro
de melodia acerada y calmada, de paz y luna iluminada
así de niña, asi de mujer;
y por la mañana colgarme de una radiante sonrisa tuya,
y besar por asalto tu frente en la noche...
buenas noches,
si mañana al despertarme pudiera
encontrarte y dejar extrañarte. Que alivio sería!