Anoche fui cautivo
de tu pasión
Volví a sentir
el calor de tu piel
Sentí la entrega
mutua del amor
El ritual
de tus tiernas caricias
Y el susurro
de tus palpitaciones
Ahora estoy amor
en tu divina y exótica mansión
Allí me siento
esclavo y zar
Otra vez
“en la cárcel de tu piel”