Este poema que hoy escribo sin sentido,
del amor que tanto amaba y he perdido
en sonetos quisiera a verlo escrito,
mientras de mi alma a borbotones salen gritos.
Yo no sé por qué razón me dijo adiós,
si la quise como a nadie, yo he querido
con la fuerza que sale, de mi pobre corazón,
como el llanto con razón o sin razón
y el perfume de esas flores, de colores,
que al marchar la primavera se han perdido.
He sufrido los tormentos indecibles,
el recuerdo me a vasalla sin parar,
y sus besos que antes me daban la vida
es el veneno que sin piedad hoy, me va a matar.
Me atosiga el frio sin su cuerpo,
ese cuerpo que me daba su calor,
y restriego mis labios por la almohada
en la que tantas veces, su cabecita rubia,
ella, a poyo.
Grito su nombre como loco,
en el silencio de la noche sin estrellas,
y acaricio los barrotes de mi cama,
la frialdad del acero, como el mármol, me sabe a ella.
era fría y calculadora
mas yo la amaba y la adoraba sin mesuras,
los chasquidos de sus besos en mi boca
aun me asosiegan me enloquecen y me perduran.
En mis largas noches desiertas de sueño,
miro a la luna en silencio,
un suspiro de su boca me llega con el viento diciéndome: -Mi amor lo siento.
Autor Joaquín Méndez
01/07/11
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