Hoy quiero hablar informal
y hacerlo con mucha rustiquez,
dialogar en forma coloquial
con un léxico sin mucha exquisitez.
Si la falta de comida es grande
y mi cuerpo alimento necesita,
no diré que tengo hambre
diré que me “arden las tripas”
Si tengo problemas frecuentes
con demencia muy severa,
no diré que soy un demente,
sino un “loco de carretera”
Si hay una pelea callejera
que ha causado gran inquietud,
no diré que es riña pasajera,
diré que es un “bulú, bulú”.
Si bebí alcohol barato
y tengo el cuerpo desecho,
no diré que estoy borracho,
diré que estoy ” hecho flecos”.
Si alguien acaba de morir
de manera muy exacta,
no diré que dejó de existir,
diré mejor que “estiró la pata”,
Si alguien come sin receso
y al expresarlo se luce,
no diré que comió en exceso
sino que “quedó hasta el buche”.
si una pareja matrimonio contrajo
por estar sumamente enamorada,
no diré que se han casado
mejor digo “se lanzaron al agua”
si alguien de manera infeliz
alguna cosa extraña aduce,
no diré que es un desliz
diré mejor “se le fueron las luces”.
Si alguien abandona un lugar
de manera repentina y brusca,
no diré que es ausente a voluntad,
mejor digo que “dejó la peluca”
El coloquio es una herramienta
que usan en conversas informales,
donde hay frases que la gente inventa
para entenderse de modos especiales.
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