El cine y la soledad
Quedaron de verse hoy día
La cartelera proponía
Un melodrama de amor
Ella iría a soñar
Con la loca fantasía
Que el le propondría
O bien su director.
El drama era el siguiente:
Una mujer madura
Que buscando la ternura
Se enamoró de un gorrión
Un señor de esos
Que vagan por las cantinas
De mirada ya anodina
Por tanta desilusión.
Casi al partir el tren
En una calle vacía
Sus cuerpos en sintonía
Se fundieron en el calor
Sabor a sal y a miel
Bocas que se perdían
Antes que la partida
Anunciara su aparición.
Después de entregar la piel
Un silencio que no cabía
Inundó de lejanías
Los tiempos en un andén
Ella regresó al edén
De sus voces conocidas
Y el se alejó cantando
Sin nada más que hacer.
La soledad lloró
De tenue melancolía
El cine le dio acogida
A sus lágrimas de algodón
Quedaron de encontrarse
Los dos a la salida
Pero ambos ya sabían
Que se cabó la función.