Qué bueno es verte envejecer, Papá
Hoy, como ayer, enérgico y enhiesto
Con algún que otro achaque, pero más sabio
Con tu prodigiosa y fiel memoria
Detallista y sin olvidos funestos
Qué bueno es verte envejecer, Papá
Cuidando con cariño a Mamá
Solícito y sereno, metódico y activo
Estoico ante sus quejas y gritos
Con esa paciencia que sólo Dios da
Qué alegría es celebrar la mesa en tu presencia
Cada encuentro familiar en fiesta se convierte
Y eres siempre el centro de la atención grupal
Con tus chanzas y tus risas, y tus cálidos abrazos
El gozo en nuestras almas a raudales se nos vierte
Qué alegría es caminar contigo siempre
En la senda del amor sin condiciones
Que se entrega a la familia y los amigos
Altruista y desprendido, con delicia compartido
En el gesto y la palabra de profundas convicciones
Y dicha aún más grande es que puedas conservar
Intacta tu dignidad con prestancia y con honor
Y sigas en los valores de los que nunca cediste.
Para nosotros, tus hijos, es un legítimo orgullo
Ser tus prolongaciones; ¡feliz día, Don Leonor!
LUCIANO EVARISTO
2 de julio de 2.011