UN BRILLANTE BOSTEZO DOMINICAL
A Vicente Corolla
Con cada pastel que difuminas
te creas a ti mismo, para elevarte,
con influencias de luces
y reflejos de marfil.
Trazo a trazo, sin apremio
me descubres de papel en la ventana
escupiendo el alma por los ojos,
y el color, humilde,
solo tu, solo tuyo,
invade sagaz la paz de mis secretos
perforando en interiores
de frente y de perfil
mis pensamientos,
e intuyes todavía
hazañas (que me evitan)
en la oscura nave de mis sueños...
y me inunda una sustancia
de gozo inexplicable
contemplar tu obra terminada
en el espejo.