¡Lucha, siempre lo hiciste
¿te vas a dejar vencer?
no consientas que otra piedra
te haga volver a caer.
Pocas mujeres he visto
tan valientes como tú
superaste los fracasos
ya desde tu juventud.
No necesitaste a nadie
para enfrentarte a tus miedos
fuiste como Don Quijote
con los molinos de viento.
Sufriste de las tres cosas:
salud, dinero y amor;
del amor saliste airosa,
el dinero te llegó,
y la salud no te hace honra
pero lo llevas con valor.
Para mí eres ejemplo
de luchadora tenaz,
de sueños recién cumplidos,
de fuerza de voluntad;
de mirar hacia adelante,
de caer y levantar,
de madre-padre coraje
y no me vas a defraudar.
Por eso, querida hermana,
¿te vas a dejar vencer?
¡Lucha, siempre lo hiciste,
lucha por tí otra vez