Impregnado en mi piel
Tu perfume conservo
Recordando que soy tu siervo
Amante de tus labios de miel.
Es imposible de mi mente borrarte
Si te llevo a todas partes,
Sin importar donde estés
Sólo vivo para amarte.
Sin pensarlo y sin quererlo
Tu aroma preservo
Mientras tu retrato observo
Pensando a besos comerlo.
¿Cómo olvidarte?
Si vives conmigo
Tampoco puedo ser tu enemigo
Si a cada instante quiero devorarte.
Bella flor de mi edén
El corazón me robaste
La razón me hechizaste
Sigo luchando contra tu desdén.
Autor: Edwin Yanes